Descripción
Filtros químicos SPF30 frente a radiación UVB y UVA:
- Protege la piel durante el paseo.
Fosfolípidos de girasol (ceras vegetales):
- Promueven la disminución de pérdida de agua transepidérmica (TEWL – Trans Epidermal Water Loss) favoreciendo así una hidratación más duradera.
Aceite de semillas de granada:
- Rico en vitaminas antioxidantes y ácidos grasos.
- Hidrata, nutre y protege del daño medioambiental.
- Refuerza la acción protectora frente a posibles agentes externos.
Complejo AntiPolución y Detoxificante 100% natural:
- A base de extractos de berro, ortiga y cola de caballo.
- Favorece la eliminación de partículas de polución y contaminación acumuladas durante el día.
Manteca de karité + Aloe vera:
- Aportan hidratación duradera.
- Refuerzan la función barrera, aportando un aspecto visiblemente más sedoso y flexible.
- Vitamina E
- Tiene un efecto antioxidante.
LA PIEL DEL BEBÉ
La piel tiene un capital celular único que va mermando paulatinamente con el paso de los años.
Factores como la radiación solar, contaminación atmosférica, tipo de alimentación, falta de
sueño, estrés, rayos UVB/UVA, frío, viento, etc. provocan alteraciones en la barrera cutánea que
producen deshidratación, tirantez, enrojecimiento…
Como padres debemos ayudar a preservar ese capital celular, promoviendo con su cuidado una piel sana.
Inmadurez de la piel del bebé:
- Es más delgada: mayor y más fácil deshidratación. Es un 60% más fina que la de un adulto, con una unión entre capas más débil.
- Es más frágil: más susceptible o vulnerable a irritaciones e infecciones. El pH es más elevado que el de un adulto, siendo casi neutro.
- Es más permeable: capacidad de protección menor frente a agresiones externas. Tiene mayor facilidad para la pérdida de calor y agua.
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